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centro comercial "el capricho" de Marbella (Málaga) |
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publicado en INFOLIBRE el 13 de mayo
Begoña P. Ramirez
• La empresa alega que no hay
puestos para él en Málaga, pero acaba de autorizar el traslado de una empleada
de ese centro
• El convenio colectivo del
sector establece el cambio de lugar de trabajo como medida para conciliar la
vida familiar y laboral
Ángel Jiménez vive en Málaga, pero trabaja en Marbella, a unos 60
kilómetros de distancia. El año pasado a su mujer le diagnosticaron un
cáncer de ovarios, tras haber superado otro de mama cuatro años atrás. Ángel
pidió entonces el traslado en su empresa, de Marbella a Málaga, para acompañar
a su esposa en los duros meses de tratamiento que le esperaban. Pero no hubo
respuesta. Después de dos operaciones y seis ciclos de quimioterapia, en enero
los médicos le dijeron a Ángel que su mujer es inmune a uno de los componentes
del cóctel de fármacos y que “sólo un milagro” puede curarla. Así que volvió a
solicitar el traslado a Málaga. Esta vez Recursos Humanos sí contestó, aunque
tardó tres semanas y fueron necesarias llamadas telefónicas casi diarias de
Ángel al departamento. La respuesta fue denegar el traslado. Ángel Jiménez
lleva 12 años trabajando en El Corte Inglés.
En concreto,en el departamento de Decoración de la tienda que el
líder de la distribución tiene en el centro comercial marbellí de El Capricho.
Solicitó un puesto en cualquiera de las tiendas que El Corte Inglés ha abierto
en Málaga: el del centro comercial Bahía o el de la Avenida de Andalucía.
“Incluso temporal”, casi les rogó. “En cualquier sección”, explica a infoLibre.
Pero le han contestado que no hay puestos disponibles para él en Málaga. Él lo
duda. Precisamente acaban de concederle el traslado de Málaga a Marbella
–el trayecto inverso– a una compañera del centro solicitado por Ángel.
Preguntado por los motivos delrechazo y por la política de traslados de la
empresa, El Corte Inglés ha rehusado, a travésde una portavoz, “hacer
comentarios sobre cuestiones personales de un trabajador”.
El convenio colectivo de grandes almacenes no dedica ni uno solo
de sus 97 artículos a regular los traslados, la movilidad
geográfica que las empresas propugnan como medida de flexibilidad interna
imprescindible. Pero sí cita “el cambio de centro de trabajo” como una de las
medidas disponibles para permitir “la conciliación de la vida familiar y laboral”. “De
no ser posible en este caso la concesión en los términos solicitados, se expresará
la causa organizativa o productiva que no lo permite y se ofrecerán las alternativas que
resulten viables en la empresa”, establece el convenio.
También aparece el traslado de trabajadores “con carácter temporal o
definitivo”, “en un perímetro no superior a 50 kilómetros desde el domicilio
del trabajador cuando esté fuera del área metropolitana”, en el caso de
que la empresa necesite adoptar medidas de flexibilidad interna por problemas
económicos.
Ángel Jiménez no entiende los motivos para denegarle el traslado. “Qué
falta de humanidad”, protesta. Sobre todo porque El Corte Inglés,
recuerda, ha sido durante 10 de sus 11 ediciones uno de los promotores de
la Carrera de la Mujer que el pasado domingo recorrió las calles de Madrid
en apoyo de la lucha contra el cáncer de mama.
Una convocatoria que también se celebra a lo largo de todo el año en
otras siete capitales españolas.Éste es el primer año en que la empresa de
Isidoro Álvarez no ha participado, por razones que su portavoz no ha querido
explicar a este periódico. Pero sí colabora en otras iniciativas de la
Asociación Española contra el Cáncer (AECC), apunta. Como elTorneo de Golf El
Corte Inglés, donde cada participante dona dos euros a la AECC, con los
que se financiará un proyecto de investigación para la detección precoz del
cáncer de colon.